

JIGGING VERTICAL Y PITCH LENTO


El jigging es una técnica de pesca deportiva que utiliza un señuelo artificial llamado jig, generalmente metálico y alargado, para atraer y capturar peces depredadores. Esta técnica se puede practicar tanto desde una embarcación (jigging vertical) como desde la costa (jigging de orilla).
Jig vertical:
Se practica desde una embarcación, bajando el jig verticalmente hacia el fondo y animándolo con movimientos de la caña hacia arriba y hacia abajo, alternando tirones y pausas.
El objetivo es que los peces depredadores perciban el jig como una presa fácil y vulnerable.
Para esta técnica se utilizan cañas y carretes específicos, capaces de soportar el peso del jig y la fuerza de la lucha.
Jig de orilla:
Se practica desde la costa, lanzando el jig y recogiéndolo con movimientos similares a los del jigging vertical.
Es una técnica popular en Japón, Grecia y, cada vez más, en Italia.
Permite capturar diversas especies de depredadores que viven cerca de la costa, como el pez limón, el pargo y el palometón.
Características principales del jigging:
Señuelo:
El jig es el elemento fundamental, fabricado en metal y disponible en formas que varían para adaptarse a diferentes condiciones.
Movimientos:
La acción de recuperación del jig se caracteriza por sacudidas y pausas, simulando el movimiento de una presa herida o en forcejeo.
Equipo:
Para la pesca con jigging se utilizan cañas, carretes y líneas específicos, capaces de soportar la tensión y garantizar una buena sensibilidad.
Presa:
El jigging permite capturar una amplia gama de peces depredadores, tanto en agua salada como dulce.
En resumen, la pesca con jigging es una técnica dinámica y emocionante que requiere un equipo específico y un buen conocimiento de las técnicas de recuperación para tener éxito.

La pesca slow-pitch es una técnica de pesca vertical basada en movimientos lentos y caídas simuladas de un señuelo artificial, diseñada para atraer a los depredadores. Es una variante del jigging vertical, pero con una acción más delicada y precisa, ideal para pescar en invierno o en mares tranquilos.
En detalle, la pesca slow-pitch se caracteriza por:
Movimientos y caídas lentas:
El señuelo artificial (jig) se mueve con ligeros tirones y pausas, simulando el movimiento de un pez herido o forcejeando.
Señuelos específicos:
Se utilizan jigs de formas especiales, generalmente planos, que se deslizan por el agua al hundirse, creando vibraciones y movimientos laterales que atraen a los depredadores.
Equipo:
Requiere una caña específica con acción progresiva, un carrete de spinning ligero y una línea trenzada fina pero resistente.
Técnica:
Se basa en un equilibrio entre la recuperación y la pausa, aprovechando el movimiento del señuelo durante su descenso, en horizontal o en caída libre, momentos en los que suelen producirse picaduras.
En resumen, el slow pitch es una técnica de pesca que se centra en la calidad del movimiento del señuelo y su capacidad para atraer a los depredadores con una acción natural y no agresiva.